Tuesday, June 7, 2011



Lisette Pedrosa es acosada por un teniente y Nelson Fernández por un capitán subinspector NUEVA YORK._ Dos policías dominicanos (una mujer y un hombre), denunciaron que están siendo acosados sexualmente por sus respectivos jefes en los cuarteles 25 de Harlem y el 4 del Bajo Manhattan, según han informado en sendas querellas en la Oficina de Asuntos Internos e  Igualdad de Oportunidades de Empleo. Se trata de la oficial Lisette Pedrosa (39 años) y el sargento Nelson Fernández.
Pedrosa de 39 años, reveló que un teniente que fungía como su suprior inmediato, le envió un mensaje con una foto de su pene, después que ella rechazara sus insinuaciones sexuales.
Se queja de que el Departamento de Policía (NYPD), no ha hecho nada para detener el acoso que contra ella mantiene el oficial superior y advirtió que por ello, se propone entablar una demanda contra la uniformada y la ciudad.
“Me siento atrapada y no puedo recibir apoyo de otros superiores, creo que he sido engañada”, agregó la oficial dominicana. Identificó al teniente como Salvatore Marchese (45 años de edad), quien desde febrero del 2010, comenzó a acosarla, cuando le pidió a ella que dejara de patrullar en las calles y trabajara con él en la oficina.
“Me dijo que quería que la gente se acostumbrara a vernos juntos”, relata Pedrosa. El NYPD confirmó la denuncia, pero no explicó por qué la investigación lleva más de 1 año sin concluir.
El teniente rehusó hacer comentarios acerca de la denuncia de su subalterna, alegando que no tenía más nada que decir al respecto. Su abogado, James Moschella negó las acusaciones de la oficial, alegando que Marchese será “reivindicado” y añadió que los cargos son falsos.
Empero, una fuente de la investigación dijo al tabloide Daily News que las quejas de Pedrosa, son bien conocidas en el cuartel 25. Al teniente, muchos de sus compañeros de uniforme, lo califican de estar obsesionado por la dominicana.
“El estaba tratando de cambiar sus días libres para que coincidieran con los de ella y usaba su tiempo extra para llegar temprano a la oficina y verla todos los días”, añadió la fuente.
La oficial narró que en mayo pasado, el teniente le tocó las nalgas y que con eso, se rebosó la copa por lo que decidió denunciarlo y poner la querella. El manoseo ocurrió cuando ella buscaba un  removedor de grafiti en el sótano de la comisaría.
Después de eso, también ha sido discriminada en el empleo, porque el obsesionado teniente la asignó a las calles, pero para que patrulle sola y a pie. Es madre de tres hijos. Mientras tanto, el teniente se auto titula como uno de los mejores oficiales superiores de ese rango, alardeando que dirige a 60 policías en la Unidad de Operaciones Especiales.
Otros uniformados se preguntan cómo pudo haber sido ascendido y teniendo más poder. “No tiene sentido”, dijeron.


EL CASO FERNANDEZ
Por su parte, el sargento Fernández, veterano de 9 años en las filas policiales denunció que está harto de los acosos sexuales de su jefe el subinspector de origen italiano Thomas Connoly, quien al parece es gay. Ambos oficiales trabajan en el cuartel 4 del Departamento de Tránsito.
El sargento al igual que Pedrosa, presentó una queja en la Oficina de Igualdad de Oportunidades del Empleo del NYPD. Relató que la última vez que su jefe lo intentó, lo llamó para nada en específico y que cuando estaban en la oficina de Connoly, el subinspector, tomó una pluma del escritorio, se la llevó a la boca y comenzó a hacer gestos lascivos.
Fernández dijo que se le mostró muy incómodo por lo que estaba haciendo el superior, porque chupaba la pluma de una manera explícitamente sexual. “No me dijo una sola palabra, miraba mis piernas entre abiertas y sonreía, luego salí de la oficina”, agregó el sargento.
En la denuncia, Fernández, sostiene que el subinspector ha elogiado su apariencia sexy y la brillantez de su pelo. El doctor Eric Sanders, abogado del sargento proveyó copia de la querella a algunos medios locales.
La demanda también denuncia contactos físicos no deseados, cuando el subinspector puso su brazo sobre Fernández, mientras patrullaban líneas de trenes. “Estaba casi encima de mí y frotaba su brazo en un lado lateral de mi cuerpo”, añade el denunciante.
Explicó el sargento que había tratado de ignorar la conducta reprochable de su jefe, pero la situación se repitió en varias ocasiones, unas cinco o seis veces, antes de que se querellara. El mes pasado,  habló del caso con dos tenientes, quienes lo animaron a quejarse.
La Oficina de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, dijo que investiga la denuncia del sargento. El reclamante expresó que no ha estado sujeto a medidas disciplinarias por parte de su jefe y que ha recibido excelentes evaluaciones.
Su defensor dijo que es importante que diera a conocer el acoso sexual. El abogado felicitó a Fernández por atreverse a hacer la denuncia, porque es muy raro que cuando hay acoso de un hombre hacia otro, los casos se conozcan. El acusado no hizo comentarios y el presidente de la Fundación de Capitanes del NYPD, Roy Ritcher dijo que el sargento ha inventado la historia y está acusando falsamente al subinspector, el que confía, será exonerado por los investigadores.

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