Tuesday, August 17, 2010

martes, 17 de agosto de 2010
06:33 a.m.
Adam Goldman y Matt Apuzzo / agencia de noticias

Washington.- La CIA tiene vídeos de un conspirador de los ataques del 11 de septiembre mientras es interrogado en una prisión secreta fuera de Estados Unidos.
Descubiertas debajo de un escritorio, las grabaciones podrían permitir una mirada sin paralelo de cómo algunos gobiernos extranjeros ayudaron a Estados Unidos para retener e interrogar a presuntos terroristas.

Las grabaciones, que son dos videocintas y una cinta de audio, son al parecer las únicas que restan de las hechas dentro del sistema clandestino de prisiones.
Los vídeos muestran sesiones de interrogatorio a Ramzi Binalshibh en una instalación marroquí que la CIA utilizó cerca de Rabat en el 2002, dijeron a Prensa Asociada varios funcionarios estadounidenses actuales y en retiro. Hicieron las declaraciones en forma anónima porque las grabaciones son todavía un secreto celosamente guardado.
Cuando la CIA destruyó 92 vídeos de otros dos miembros de al-Qaida, Abu Zubaydah y Abd al-Nashiri, mientras eran torturados en el 2005, los funcionarios creyeron que se habían librado de todas las imágenes de interrogatorios de la agencia. Pero en el 2007, un trabajador halló una caja sujeta a un escritorio en el Centro de Antiterrorismo de la CIA y sacó las cintas de Binalshibh.
Un fiscal del Departamento de Justicia que ya investiga si la destrucción de las cintas de Zubaydah y Al-Nashiri fue ilegal, ahora indaga por qué los documentos de Binalshibh nunca fueron revelados. En dos ocasiones, el gobierno le dijo a un juez federal que no existían.

Las cintas podrían complicar los esfuerzos de Estados Unidos por enjuiciar a Binalshibh, de 38 años, quien ha sido descrito como un "facilitador clave" en los ataques del 11 de septiembre del 2001.
Si las cintas se presentaran en un juicio, podrían claramente revelar el papel de Marruecos en el programa de antiterrorismo conocido como Greystone, el cual autorizaba a la CIA a detener a terroristas en prisiones secretas y enviarlos a otros países.
De manera más significativa para su defensa, las cintas también podrían servir como evidencia acerca del estado mental de Binalshibh tras los primeros meses de su captura. En documentos judiciales, los abogados de la defensa han pedido historiales médicos para ver si los años que Binalshibh ha estado bajo custodia de la CIA lo han generado inestabilidad mental. Está bajo tratamiento por esquizofrenia con un potente coctel de medicamentos antipsicóticos.
"Si esas cintas existen, serían extremadamente relevantes", dijo Thomas A. Durkin, abogado civil de Binalshibh.

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