Nueve de los empleados de Gosnell también fueron acusados. (AP)
miércoles, 19 de enero de 2011 Actualizado hace 1 horas (creado 05:00 p.m.)
Patrick Walters y Maryclaire Dale / Prensa Asociada
Filadelfia.- Un médico que practicaba abortos a mujeres de minorías, inmigrantes y pobres en una clínica caracterizada como una "casa del terror" fue acusado de ocho cargos de asesinato por las muertes de una paciente y siete bebés que nacieron con vida y fueron muertos con tijeras, dijo la fiscalía el miércoles.
El doctor Kermit Gosnell, de 69 años, ganó millones de dólares a lo largo de 30 años practicando una cantidad de abortos tardíos, agregó.
Los reguladores estatales ignoraron las quejas sobre él y no inspeccionaron su clínica desde 1993, dijo el procurador fiscal Seth Williams.
Nueve de los empleados de Gosnell también fueron acusados.
Gosnell "inducía el parto, forzaba el nacimiento con vida de bebés en el sexto, séptimo y octavo meses de embarazo y después mataba a esos bebés seccionándoles la espina dorsal con tijeras", especificó Williams.
Las pacientes estaban sujetas a condiciones bárbaras en la clínica Women's Medical Society, donde Gosnell practicaba decenas de abortos diarios, dijeron los fiscales. Agregaron que solía trabajar durante la noche después que su personal no entrenado administraba fármacos para inducir el parto durante el día.
A principios del año pasado, las autoridades fueron a investigar denuncias sobre drogas en la clínica y se toparon con lo que Williams calificó como una "casa del terror".
Bolsas y botellas con fetos abortados "estaban dispersos por todo el edificio", dijo Williams. "Había frascos con pies cortados que mantenía sin un propósito médico".
La clínica fue cerrada y se suspendió la licencia médica de Gosnell.
Gosnell y cuatro de sus trabajadores fueron acusados de asesinato y otros cinco de violaciones a las leyes de drogas controladas y otros delitos. Ninguno de los empleados tenía entrenamiento médico y uno de ellos, estudiante de la secundaria, administraba anestesia intravenosa con narcóticos potencialmente letales, agregó el fiscal.
Los 10 acusados están detenidos, dijeron las autoridades.
El jurado de investigación dijo que la mujer que murió era una paciente que fue a la clínica para abortar y que falleció de paro cardíaco por haber recibido demasiado Demerol. Gosnell no estaba en la clínica en ese momento, pero instruyó a su personal a que administrara el fármaco para mantener sedada a la mujer, de 41 años, hasta que él llegara, dijeron los fiscales.
Gosnell ha sido citado en por lo menos 46 demandas de negligencia médica, incluso una por la muerte de una madre de 22 años que murió de septicemia y útero perforado en el 2000. Muchas otras también involucraron perforación de útero. Gosnell a veces cosía la herida sin decir a las mujeres que habían padecido perforación de útero, dijeron los fiscales.
Gosnell cobraba 325 dólares por abortos en el primer trimestre y de 1.600 a 3.000 dólares por abortos hasta las 30 semanas. Los abortos son legales hasta las 24 semanas de gestación en Pensilvania, aunque la mayoría de los médicos no los practica después de 20 semanas, dijo la fiscalía.
Gosnell se recibió de médico en la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia y está certificado en medicina familiar. Empezó, aunque no completó, una residencia en obstetricia y ginecología, dijeron las autoridades.
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