Cristina Fernández, presidenta de Argentina (Archivo/AP)
Prensa Asociada
El Departamento de Estado solicitó a su embajada en Buenos Aires datos sobre la personalidad de la presidenta Cristina Fernández para tener una mejor idea sobre cómo gobernaba con el fallecido ex mandatario Néstor Kirchner.
Diplomáticos estadounidenses consideraron a Fernández como "extremadamente susceptible e intolerante" a las críticas, según documentos filtrados por WikiLeaks y publicados por el diario español El País.
El gobierno argentino rehusó hacer comentarios sobre la difusión de los cables.
Uno de los tres cables publicados en la página de internet del diario madrileño sobre el tema de Argentina el lunes reveló una nota del Departamento de Estado del 31 de diciembre del 2009 indicando que los analistas de Washington están interesados en conocer "la dinámica del liderazgo" argentino, particularmente sobre la presidenta Fernández y su esposo y ex presidente Néstor Kirchner, fallecido el 27 de octubre.
Tras tiempos como en los 90, cuando las relaciones con Washington eran descritas por voceros argentinos como "relaciones carnales", más recientemente ha habido quejas en Buenos Aires por casos como la inclusión a último minuto de la capital argentina en una gira regional de la Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en marzo.
"¿Cómo está Cristina Fernández de Kirchner controlando sus nervios y ansiedad, cómo afecta el stress su comportamiento hacia sus asesores y/o su toma de decisiones... está tomando alguna medicina?", inquiere un cable como parte de los intentos de Washington de conocer detalles del "estado mental y salud" de la mandataria.
También se pregunta cómo avanzan los problemas gastrointestinales y "¿cuáles son los más comunes detonantes o disparadores de la rabia de Néstor Kirchner?".
En el mismo cable, se consulta a la embajada estadounidense en Buenos Aires cómo reparten su día la pareja presidencial y quién toma qué tipo de decisiones.
En otro cable de diciembre del 2009 emitido por la embajada de Estados Unidos, se resume la controversia generada en Argentina con unas declaraciones dadas en un foro por el subsecretario de Estado Arturo Valenzuela, cuando el 16 de diciembre dijo que a empresarios estadounidenses les preocupaba el manejo de la economía y la institucionalidad del país.
La prensa destacó lo dicho por el diplomático y voceros del gobierno lo rebatieron asegurando que la institucionalidad argentina no estaba en entredicho y que la comunidad empresarial estadounidense no había manifestado anteriormente tales preocupaciones.
"Valenzuela pertenece a los grupos que participan en el Consenso de Washington, al modelo neoliberal que ha causado tanto daño a la región", citó el cable citando a Kirchner.
Y al final de varios días de contactos y reuniones, citó el cable, la agencia oficial argentina Télam citó al jefe de gabinete, Aníbal Fernández, diciendo que tuvo una "buena conversación con Valenzuela" y que se buscaba bajarle el tono a la controversia.
Al final del extenso cable de 16 puntos de la embajada, se lee "una vez más el gobierno de los Kirchner ha mostrado su extrema sensibilidad a la crítica e intolerancia a la hora de recibir críticas".
"Los argentinos están muy conscientes que Argentina no está atrayendo tanta inversión como Brasil y Chile y otros en la región. La ansiedad de la comunidad empresarial por la arbitrariedad y caprichoso cambio de reglas es bien conocida para el público argentino y el gobierno", agregó la embajada.
El diario El País citó también otras comunicaciones, sin que se vean en su página web los textos originales, un supuesto malestar de Fernández porque su país recibía el mismo trato que Brasil, por ejemplo al gestionar un encuentro con el presidente Barack Obama, con cuyo gobierno aparentemente se habría deteriorado las relaciones en comparación con el de George W. Bush y su Secretario de Estado Adjunto para América Latina Thomas Shannon.
Según El País, "la confianza de Shannon llegó hasta el punto de que la presidenta aceptó 'cooperar con el gobierno de Estados Unidos en Bolivia'... pero que tenemos que ser cuidadosos para que no parezca que existe una 'operación política' contra el gobierno, dadas las sospechas de Evo" Morales.
Las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Estados Unidos están cortadas desde el 2008.
Por el contenido del mensaje lo que buscaría entonces Estados Unidos en ese momento sería un intermediario en sus maltrechas relaciones con La Paz, aunque no queda claro del resumen hechos de los cables hechos por el periódico.
"Evo no es una persona fácil, nos confía CFK, haciéndonos notar que Argentina tiene problemas para conseguir que Bolivia le abastezca de gas natural. Todos necesitamos paciencia, nos dijo" la presidenta argentina, de acuerdo con el diario madrileño citando otra comunicación.
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