Juan Uribe celebra junto a Cody Ross y Aubrey Huff en el plato luego de conectar el cuadrangular con el cual San Francisco anotó tres carreras. (AP/David J. Phillip)
miércoles, 27 de octubre de 2010
11:36 p.m.
Eric Nuñez / Prensa Asociada
San Francisco — Los Gigantes de San Francisco y sus modestos bates se encargaron de demostrar que Cliff Lee no es un extraterrestre.
Freddy Sánchez conectó el tercero de sus cuatro dobles ante el as de los Rangers dentro de un racimo de seis anotaciones en la quinta entrada, que enfiló a San Francisco a la victoria 11-7 sobre Texas en el primer juego de la Serie Mundial. Juan Uribe también sacudió un jonrón de tres carreras en ese inning.
Modelo de excelencia e invicto en la postemporada, se suponía que Lee la iba a tener más fácil al enfrentar a los Gigantes, cuya ofensiva fue la 15ta en las mayores en cuanto a carreras anotadas. Después de todo, Lee había amansado a los Rays de Tampa Bay y los Yanquis, equipos más contundentes, en las dos anteriores.
Al iniciar el partido, Lee se presentó con una efectividad de 1.26 y marca de 7-0 en ocho aperturas de postemporada. Pero no sobrevivió al quinto tras tolerar siete carreras —seis limpias, y ocho hits. Su efectividad se disparó a 1.96.
Tim Lincecum, su contraparte, tampoco tuvo una actuación brillante al trabajar cinco entradas y dos tercios. Pero salió victorioso en el duelo entre los ganadores del Cy Young de 2008.
Con la ventaja por 2-0, los antecedentes de Lee indicaban que eso iba a bastar para sentenciar el juego. Sin embargo, careció de su mejor curva y tampoco estuvo fino con su control. Su cuenta de pitcheos fue de 32 en el tercero, en el que imparables consecutivos de Sánchez y Buster Posey igualaron la pizarra.
Los Gigantes se fueron arriba 3-2 en el quinto inning, cuando Andrés Torres pegó un doble al saludar una curva que se quedó colgada y Sánchez mandó una recta al jardín izquierdo con su tercer doble de la noche.
Con dos outs, Pat Burrell negoció un boleto. Acto seguido, Cody Ross y Aubrey Huff conectaron sencillos remolcadores que pusieron el juego 5-2 y expulsaron a Lee.
Darren O'Day, un relevista que lanza al estilo submarino, no pudo frenar a los Gigantes. Después de lanzar dos bolas, Uribe la desapareció por el jardín izquierdo para poner las cosas 8-2.
Fue algo inusitado. San Francisco no había anotado más de ocho de carreras desde el 25 de septiembre en Colorado.
Texas atacó de inmediato, cuando Elvis Andrus abrió con un sencillo al izquierdo que le sirvió para extender a 12 su racha de hits en la postemporada. Luego que Michael Young recibió boleto y Josh Hamilton avanzó a los corredores con una roleta por primera, Vladimir Guerrero remolcó a Andrus al dar un roleta que se desvió en la rodilla izquierda de Lincecum y la pelota se quedó en el cuadro interior.
Los Gigantes la sacaron barata, ya que Uribe fildeó una roleta dura de Ian Kinsler, pisó tercera y tiró a primera para ejecutar la doble matanza, con una magnífica atrapada de Huff.
Bengie Molina puso en marcha el segundo con un sencillo y tras un out avanzó a tercera con un doble de Lee entre el izquierdo y central. Un elevado de sacrificio de Andrus trajo a Molina con la segunda carrera.
¿Partido definido?
No, fue la respuesta enfática de los Gigantes, un equipo que ambiciona atrapar el primer campeonato en el Clásico de Otoño desde que la franquicia se fue de Nueva York y en 1957 se instaló en el norte de California.
Michael Young pifió una roleta de Edgar Rentería al abrir el tercero. Después que Lincecum fue retirado con un elevado al intentar un toque, Torres recibió un pelotazo en el brazo, Sánchez empalmó un doble por el izquierdo y Posey ligó sencillo al central.
Después que Lincecum sacó los dos primeros outs del sexto con ponches a Vladimir Guerrero y Nelson Cruz,
Texas logró descontar a 8-4 mediante un doble remolcador de Molina y un sencillo de David Murphy. El dominicano Santiago Casilla entró en relevo y ponchó a Andrus para acabar con la rebelión.
Dobles de Travis Ishikawa y Sánchez, además de un sencillo de Nate Schierholtz ampliaron la ventaja.
Con el polémico rey de los jonrones Barry Bonds como otro aficionado más en las tribunas, la primera bola fue lanzada por Juan Marichal, Orlando Cepeda, Willie McCovey, Monte Irvin y Gaylord Perry, todos ex Gigantes que están en el Salón de la Fama. El único ausente fue Willie Mays, quien no pudo acudir tras sentirse enfermo.
Esta fue la primera vez desde 2001 que la serie arrancó en una estadio de la Liga Nacional.
Y haber ganado el primer juego es algo alentador para San Francisco, ya que 11 de los últimos 13 que lo hicieron terminaron proclamándose campeones.
En el segundo juego el jueves, Matt Cain abrirá para los Gigantes frente a C.J. Wilson
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