Tuesday, November 9, 2010


Descubre nuestro visor de la edición impresa. Permite visualizarla y descargarla
Un momento de la actuación de Shakira
Un momento de la actuación de Shakira en el espectáculo celebrado ayer por la cadena MTV celebrado en la Caja Mágica de Madrid.- EFE
Montando galas televisivas, los responsables de la MTV, la mayor cadena musical del mundo nacida en 1981 en Estados Unidos, son unos expertos. Anoche convirtieron la Caja Mágica de Madrid en un enorme escenario en forma de cubo giratorio que les permitía tener cuatro escenarios diferentes preparados en cada una de sus caras. Es decir, los productores decidieron inspirarse en las matriuscas, esas muñecas rusas que contienen otra muñeca más pequeña en su interior.

También era un cubo el pequeño escenario auxiliar desde el que los presentadores daban paso a las actuaciones y los premiados agradecían sus galardones. Un poco de humo y por medio de una pequeña plataforma ascendente aparecían en escena como desde el centro de la tierra. También era un cubo el escenario de la Puerta de Alcalá, donde la cadena ofreció un concierto gratuito con Katy Perry y Linkin Park.
Eva Longoria, aparte de una de las mujeres desesperadas favoritas de medio mundo, resultó ser una magnífica anfitriona. La actriz aterrizó ayer en Madrid en plan sencillo: en un jet privado junto a nueve amigas para convertirse en una de las maestras de ceremonias más glamurosas que han tenido los European music awards de la MTV a lo largo de sus 17 ediciones.
La presentadora se cambió al menos ocho veces de traje y zapatos. La cosa terminó en uno de los mejores chistes de la noche, cuando apareció vestida de pata de jamón ibérico y anunció a la concurrencia que aunque Lady Gaga no había podido acudir a Madrid, le había prestado uno de sus "maravillosos vestidos". Longoria, además, presentó en espanglish a su "familia española" que resultaron ser cuatro musculados chicos en calzoncillos con el nombre de la actriz escrito en el trasero.
La noche musical comenzó con una Shakira envuelta en miles de confetis y un público aleccionado por la organización para aplaudir entre premio y premio al menos durante 30 segundos seguidos. La noche dio para varios momentazos televisivos como la conexión en directo con Budapest, donde Lady Gaga agradeció sus premios a mejor artista pop, mejor artista femenina y mejor canción por Bad romance. La cantante estaba radiante con uno de sus imposibles estilismos: el pelo amarillo anaranjado y unas gafas con cristales de purpurina morada con las que era improbable que viera algo.Tras la conexión con Lady Gaga, el mundo se paseó por la Puerta de Alcalá donde Katy Perry actuaba. La magia de la tele consiguió que un despliegue de fuegos artificiales desde el centro de Madrid llegara a una audiencia potencial de más de 632 millones de hogares repartidos por 159 países, según la cadena. Y hay que reconocer que como tarjeta de presentación de Madrid, la Puerta de Alcalá se convirtió exactamente en lo que los organizadores esperaban: un marco incomparable.
En el plano musical y de premiados, resultó un poco alucinante que el premio a mejor banda alternativa se lo entregaran a unos casi recién llegados, Paramore, por encima de Arcade Fire, Gorillaz o los Gossip de Beth Ditto. Según los organizadores, al evento asistieron 8.000 espectadores que pudieron escuchar la pitada que un sector del público ofreció a Justin Bieber por su premio a mejor artista masculino.
Uno de los momentos más logrados de la noche fue la actuación de Rihanna, que interpretó una versión de Only Girl (In the world), con el escenario transformado en un cuadro de Magritte, en una copia de una de las mejores escenas de la película El caso de Thomas Crown en el que Pierce Brosnan interpreta a un ladrón de cuadros de guante blanco. La artista contó con más de 40 bailarines, máquinas de viento y pétalos artificiales. Por su parte Kings of Leon pusieron el lado rockero con Radioactive, iluminandos con unas siniestras luces blancas.
La gala más madrileña de todas las ediciones de estos premios, alcanzó su momento más español con la presencia de Joaquín Reyes y Alaska sobre el escenario para entregarle el premio a mejor artista en lengua castellana a Enrique Iglesias. Lo que quedó muy extraño es que el artista no acudiera a Madrid a recoger su premio y lo agradeciera por medio de un vídeo proyectado en las pantallas de la Caja Mágica.
El edificio ideado por el arquitecto francés Dominique Perrault fue el mejor lugar que pudo encontrar la MTV para el desfile de tacones altos, modelitos de noche, gomina y demás imaginería de postín que lució un público estrictamente elegido por invitación. Aunque la cosa también dio para unos de los 30 segundos de peor gusto que se hayan podido televisar. Casi al final de la noche, los chicos de Jackass, esa película protagonizada por cinco descerebrados, subieron al escenario, momento que uno de ellos, aquejado de la enfermedad de androplasia, aprovechó la ocasión para bajarse los pantalones y quedarse en pelotas, protagonizando lo que en lenguaje de la calle se llamaría el calvo con la audiencia más multimillonaria de la historia. Un derroche de elegancia, vamos.
Según los datos de la cadena televisiva, los premios MTV se emitieron en directo para más de 600 millones de hogares a través de la red multimedia de la cadena. Los premiados que supuestamente se eligen a través de las votaciones del público recabaron más interés que el año pasado. Se contabilizaron más de 46 millones de votos, un 32% más que en 2009. Parece que cuando se juntan música y televisión, no hay crisis que valga.

No comments:

Post a Comment