
                               El incendio dejó al barco sin aire acondicionado, agua caliente ni comida caliente. (AFP)
               
Elliot Spagat y Julie Watson / Prensa Asociada      
             
         San Diego.- El viaje de ensueño de Karen Blocker comenzó a  desbaratarse al amanecer cuando su camarote se sacudió "como en un  terremoto".
"Le dije a mi hija: 'Este barco ya no se mueve. Tenemos que salir de aquí''', relató Blocker.
         Abrió la puerta y vio el pasillo lleno de humo, mientras la  tripulación le pedía a los pasajeros que se dirigieran a los botes  salvavidas.
A fin de cuentas, los botes no fueron necesarios,  pero el susto fue sólo el comienzo de un vía crucis de tres días para  los casi 4,500 pasajeros y tripulantes a bordo del Carnival Splendor.
No  fue sino hasta que los remolcadores atracaron el crucero de casi 300  metros de largo en el muelle de San Diego el jueves que los cansados  pasajeros pudieron contar sus historias al mundo.
Su navío se  quedó sin propulsión y sin electricidad el lunes luego de un incendio en  el cuarto de máquinas cuando se hallaban a 320 kilómetros (200 millas)  de San Diego y a 70 kilómetros (44 millas) de las costas de México.
         A esa distancia, estuvo fuera del área de servicio para  teléfonos celulares gran parte de la odisea. El incendio dejó al barco  sin aire acondicionado, agua caliente ni comida caliente. El casino se  cerró y, por un tiempo, también los bares. No se podía usar la piscina  porque las bombas no operaban.
Mark y Ginger Kalin, junto con su hija de nueve años, estaban en el crucero como parte de una convención de magos.
"Lo  peor fue no saber (...) qué iba a pasar y cuántos días íbamos a estar  así", dijo Ginger Kalin el viernes en el programa "Early Show" de la  cadena CBS.
"Considerando la situación, todo mundo se portó  decente. Creo que hicimos limonada con los limones. ¿Qué más puedes  hacer?", dijo.
Para Edward Warschauer, de Reno, Nevada, la  peor parte del incidente fueron los inodoros tapados. Dijo que tuvo que  destapar el baño de su camarote varias veces usando un vaso.
"Pongámoslo de esta forma: esta fue mi peor pesadilla, mi fobia, estar en el mar en un barco y quedar varado", dijo Warschauer.
La  recién casada Stacy Noreiga dijo al programa "Good Morning America" de  la ABC que la situación fue particularmente preocupante para ella porque  está embarazada.
"Fue muy difícil, en especial porque los  olores eran inconcebibles", dijo. "Parecía como si cada piso al que  fuéramos tuviera un olor distinto".
 
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